artigo recomendado

Bolognesi, B., Ribeiro, E., & Codato, A.. (2023). A New Ideological Classification of Brazilian Political Parties. Dados, 66(2), e20210164. Just as democratic politics changes, so does the perception about the parties out of which it is composed. This paper’s main purpose is to provide a new and updated ideological classification of Brazilian political parties. To do so, we applied a survey to political scientists in 2018, asking them to position each party on a left-right continuum and, additionally, to indicate their major goal: to pursue votes, government offices, or policy issues. Our findings indicate a centrifugal force acting upon the party system, pushing most parties to the right. Furthermore, we show a prevalence of patronage and clientelistic parties, which emphasize votes and offices rather than policy. keywords: political parties; political ideology; survey; party models; elections

31 de agosto de 2009

notas sobre el 18 brumario de Marx y la investigación política de orientación materialista

[Alexander Rodchenko]

Adriano Codato[1]


Norberto Bobbio censuró la obsesión de los marxistas por los textos clásicos del marxismo y por el frecuente “abuso del principio de autoridad”, un mal hábito que los conducía a leer y releer “siempre los mismos libros” para señalar las verdades ya sabidas por la teoría política no-marxista (el problema, viejo como el mundo, del control del poder y de los poderosos por la sociedad, por ejemplo), o para buscar soluciones antiguas e inadecuadas para una controversia importante, mas no superada: la vinculación entre el socialismo y la democracia. A ese respeto, las “famosas, por demás famosas” indicaciones que Marx extrajo de la experiencia política de la Comuna de París fueron ampliamente insuficientes para resolver el problema práctico de las relaciones entre la organización del Estado obrero y la democracia postcapitalista. Para el caso, la invocación de las lecciones de La guerra civil en Francia solamente sirvió como homenaje póstumo o como retórica vacía, que contribuyó, en verdad, para aplazar la discusión de los problemas reales[2].

Aunque no muy distante de la verdad tal vez sea preciso, sin conceder a la escolástica marxista, reafirmar el interés – teórico y político – por un libro clásico, El 18 Brumario de Luis Bonaparte, e indagar lo que tiene que decir para la Ciencia Política contemporánea, sobre el análisis político, y a propósito del propio marxismo como una teoría de la política y de la sociedad.

No sería arriesgado afirmar que El 18 Brumario puede ser tomado, al lado del Capital y del Manifiesto Comunista, como uno de los trabajos más afamados de Marx – sobre todo cuando el segundo ha cesado, al menos por ahora, de influir en la reflexión contemporánea sobre “la economía”, y el tercero sobre la práctica del movimiento de los trabajadores. El 18 Brumario, al contrario, continúa siendo objeto de admiración, incluso en círculos no marxistas.

Hay sobre ese libro, publicado por la primera vez en alemán en Nueva York, en mayo de 1852 (en el número 1 de un periódico – Die Revolution – que estampaba el curioso aviso: “revista publicada sin periodicidad”), una extensa reputación francamente favorable.

No es difícil recoger, delante del “trabajo genial”[3] de Marx, evaluaciones altamente positivas, y probablemente mucho menos parciales que la de Engels. Para Isaiah Berlin se trata de “un brillante análisis del papel del Estado francés” basado en un “estilo [...] luminoso”[4]. El propio C. Lévi-Strauss confesó una vez que era “raro [intentar] resolver cualquier problema de sociología o de etnología sin, antes, estimular [la] reflexión con algunas páginas de El 18 Brumario de Luis Bonaparte o de la Crítica de la Economía Política”[5].

El libro, como la mayor parte de los textos políticos de Marx, tiene una historia accidentada y una reputación tardía. Fue escrito, en la forma de siete artículos, entre diciembre de 1851 y marzo de 1852, a partir de la solicitud de Joseph Weydemeyer para un semanario político norteamericano cuya edición fue suspendida en el número 2 por razones económicas.

Después de ese primer fracaso, El 18 Brumario, cuyo texto Marx pensó ofrecer al New York Daily Tribune, fue publicado por primera vez gracias a la colaboración de varios amigos entre ellos un sastre, emigrado de Frankfurt a Nueva York, que invirtió su economía en el proyecto, en la recién creada revista de Weydemeyer Die Revolution. El tiraje de ese primer número – cuyo título figura erróneamente como “Der 18te Brumaire des Louis Napoléon” – quedó entre 500 y 1000 ejemplares. En julio de 1852 Marx recibió sólo tres ejemplares y en octubre otros 130, que en función de la censura política tendrían una divulgación bastante precaria y clandestina en Alemania[6].

Reiterando una pregunta aparentemente indiscutible: ¿se puede aún leer Marx? Y, en la línea de la pregunta propuesta por Claude Lefort a propósito de un texto mucho menos celebrado hoy en día – el Manifiesto Comunista[7]: ¿se puede aún leer El 18 Brumario de Luis Bonaparte?

Si el impacto del libro sobre la comunidad académica ha disminuido progresivamente desde 1980 (como, del resto, del marxismo en general), son innumerables los estudios hechos sobre ese texto de Marx y, tal vez más significativo, innumerables las interpretaciones que él suscita.

Una enumeración nada exhaustiva de esos análisis, a partir de abordajes e intereses muy diversificados, incluiría temáticas bastante singulares tales como: la aproximación, propuesta por Petrey, entre El 18 Brumario de Luis Bonaparte y El Coronel Chabert, de Balzac, para pensar el lugar y la función de los mitos colectivos y de las ficciones ideológicas[8]; la crítica de Bovenkerk a la preconcebida insistencia de Marx (y de Engels) en relación al papel contra-revolucionario del lumpen-proletariado[9]; el descubrimiento de Rose de que la preocupación ostensible de Marx con Napoleón III encubriría, en la verdad, una crítica tácita a la política de Federico Guillermo IV de Prusia[10]; o aún la clasificación de Riquelme del estilo del libro – “comedia-drama”– como un artificio formal para volver a crear simbólicamente la Historia[11].

En la actualidad, la importancia y el provecho de la lectura de este texto residen, a mi criterio, en tres aspectos complementarios y que implican tres áreas diferentes:

En primer lugar, para la ciencia política contemporánea.

Cuando se inventaría la lista de temas presentes o sólo sugeridos en El 18 Brumario – desde el más general: el de la relación entre la política y la sociedad, hasta los más específicos: la representación política (sean sus aspectos simbólicos, sean sus aspectos efectivos): el ascenso de la burocracia, el pretorianismo político; las motivaciones no-económicas de la acción; la evolución/transformación de un régimen político, etcétera[12] – resalta que la “agenda de investigación” dominante de la disciplina, o simplemente ignora las reflexiones complejas sobre esos problemas y las soluciones propias de esos problemas, o dialoga con una versión del “marxismo” del todo extraña a la sofisticación y sutileza (pero también a las ambigüedades y a las complejidades) de las ideas de Marx y Engels sobre la política.

La dificultad más sintomática de ese olvido sistemático se refleja en los estudios de las “instituciones” y, más exactamente, en su entronización como una variable explicativa por excelencia, lo que ha conducido a una indiferencia creciente por la dimensión social de la vida social, por más paradojal que eso pueda ser. En vista de eso, algunos homenajes al libro y al autor (cuando los hay) permanecen puramente rituales y protocolares; y la frase “Es bajo el segundo Bonaparte cuando el Estado parece haber adquirido una completa autonomía de la sociedad [...]. Y sin embargo, el poder del Estado no flota en el aire. Bonaparte representa a una clase [...]”[13], es sólo una frase que evoca el estilo exuberante del libro – y no un principio explicativo que recuerda la utilidad del análisis social de la política y el análisis político de la sociedad.

Se trata finalmente, según la versión corriente, de un “clásico” listo para ser olvidado. Esa actitud es simétrica a aquella “relación tradicionalista con la tradición”[14], como la designa Pierre Bourdieu y reprobada arriba por Bobbio, justamente porque asume inconscientemente un axioma – el papel de las “instituciones” – para convertirlo en presupuesto cuya verdad es demasiado obvia para ser olvidada, y demasiado exacta para ser demostrada.

En segundo lugar, el libro mantiene aún su interés para el análisis de la política contemporánea.

La persistencia, en la actualidad, de ciertos problemas que una lectura menos académica de El 18 Brumario permite ver – sobre todo cuando se considera (para hablar en el lenguaje ideológico corriente) la “espectacularización” de la política (y su traducción “mediática”), la crisis de las formas tradicionales de representación de los intereses políticos (la forma “partido”) o la anteposición de la dimensión nacional de la decisión política (la “crisis” del Estado nacional) – no autoriza, es cierto, a tomarlo por un vademécum del comentarista político. Pero tampoco descarta el interés y la introducción del análisis materialista de la vida política, punto que constituye precisamente, de acuerdo con Engels, el leitmotiv del texto[15]. La comparación que el propio Marx hace de su explicación del golpe del 2 de diciembre con las dos interpretaciones rivales (de Víctor Hugo, Napoleón, le petit y de P.-J. Proudhon, Coup d´Etat) es una buena medida de lo que se quiere decir.

La pretensión de descartar el golpe de Estado del dominio subjetivo y voluntarista de un individuo, pretendidamente dotado de “un poder personal de iniciativa sin paralelo en la historia universal”[16], y explicar ese evento (el golpe) a la luz de un proceso (una lucha de clases), no es una operación trivial. Exige al menos la separación de lo coyuntural de aquello que es estructural; exige poner atención entre lo que es evidente y lo que es disimulado; exige también percibir la diferencia entre lo que es sólo discurso y aquello que es práctica efectiva. Así, la consideración de algunos problemas contemporáneos – el poder (o la ausencia de poder) del Estado; los intereses “egoístas” de la burocracia; las “voluntades” de los electores; la “lógica propia” de los partidos, de los políticos y, en fin, del universo político – podría ser hecha de modo menos simplificado si se atuviese a las causas reales y no a sus efectos aparentes.

Sin embargo, el método empleado en El 18 Brumario obliga igualmente al analista contemporáneo a reconocer la influencia de lo circunstancial sobre aquello que es permanente, de las justificaciones (ideológicas) sobre los intereses (económicos), de las representaciones imaginarias sobre el “mundo profano”[17]. ¿No es precisamente con esa idea – la eficacia simbólica de lo político – que comienza el libro?

Cuando los hombres “se disponen precisamente a revolucionarse y a revolucionar las cosas, a crear algo nunca visto, en estas épocas de crisis revolucionaria es precisamente cuando conjuran temerosos en su auxilio los espíritus del pasado, toman prestados sus nombres, sus consignas de guerra, su ropaje, para, con este disfraz de vejez venerable y este lenguaje prestado, representar la nueva escena de la historia universal”[18]. Y en ese aspecto no necesitamos ir tan lejos: el “18 Brumario” del título señala, irónicamente, esa proyección de lo nuevo en lo viejo. La fecha alusiva escogida por Marx, a partir de la sugerencia de Engels, se refiere al 9 de noviembre de 1799 en el calendario revolucionario francés y marca el día en que Napoleón Bonaparte (el tío) se convirtió en emperador gracias también a un golpe de Estado[19].

Un comentario adicional: frecuentemente en los famosos “análisis de coyuntura”, se apela más al carácter alegórico del lenguaje empleado por Marx (la serie infinita de metáforas, metonimias, sinécdoques) que al sentido preciso de ciertas nociones o ideas, forjadas para comprender un proceso político concreto, que posee el discurso marxiano. Una variante de ese procedimiento formalista es tomar las analogías entre situaciones (el régimen “bonapartista” y el régimen “militar”, por ejemplo) por explicaciones completas.

Por último, el libro mantiene su interés en la teoría política marxista, clásica y contemporánea.

El 18 Brumario Luis Bonaparte es el retrato de una situación histórica única –los conflictos de la II República en Francia entre 1848 y 1851- por medio de la exposición sistemática de un “conjunto innumerable de fuerzas que se entrecruzan”[20] para producir un resultado concreto: el golpe del 2 de diciembre. Sin embargo, la exposición de esa dinámica política peculiar no es solamente descripción; quiere expresar relaciones significativas entre los acontecimientos políticos, ideológicos, sociales y las condiciones económicas en general. Del mismo modo, al determinar la génesis de la “dictadura de Bonaparte”[21] (18 Br., p. 524), Marx termina por indicar no sólo cuáles son las instituciones que constituyen ese régimen político en particular (las “idées napoléniennes”), sino también el modo de funcionamiento del propio Estado capitalista: una “máquina […] consolidada” y aparentemente opuesta a la “sociedad civil” [22] (18 Br., (18 Br., p. 535 p. 532).

Todavía, las múltiples dimensiones teóricas de la obra sugieren que sería superfluo simplemente ejercitar un comentario erudito sobre la política europea del siglo XIX para encontrar factualmente, frente al “caso francés”, dónde Marx acertó, y dónde erró.

Un camino más productivo, ya recorrido por varios autores, enfatizó que la lectura del libro permitiría al marxismo avanzar en muchas direcciones nuevas: en el desarrollo de una teoría del Estado capitalista (contraria al “instrumentalismo”); en la reformulación de una teoría de la ideología y de las superestructuras culturales en general (contraria al “mecanicismo”); en la comprensión del problema de las clases sociales (contraria al “economicismo”), etcétera.

La interpretación de J. Maguire, por ejemplo, estableció que sería un error afirmar que, para Marx, todas las motivaciones de la acción política son exclusivamente “económicas”; la de N. Poulantzas indicó que habría ciertas nociones políticas (“conceptos en estado práctico”) presentes en El 18 Brumário de Luis Bonaparte indispensables para formular (y no simplemente extraer) una teoría marxista del Estado capitalista; la lectura de R. Miliband a propósito del fenómeno del “bonapartismo” profundizó la comprensión de los regímenes dictatoriales[23]. Y así sucesivamente.

Hay aún una otra posibilidad de explorar el libro.

¿Por qué no llevar el texto hacia su propia tradición? Es posible que un programa de investigación útil pueda, además de comprender la obra en sí misma (que implica tomar El 18 Brumario de Marx en cuanto texto), o extraer del libro un tipo especifico de análisis político, referente a la coyuntura histórica francesa de la primera mitad del siglo XIX, con miras a la centralidad de la “lucha de clases” como categoría fundante del análisis (que implica tomar El 18 Brumario en su contexto), acompañar, en el libro, la reflexión marxiana sobre la totalidad social, tratando concretamente de la relación entre los niveles constitutivos del modo de producción capitalista, i.e., la relación base-superestructura, para, a partir de ahí, comprender la “teoría” de Marx (que implica tomar El 18 Brumario, finalmente, en cuanto pretexto).

Ese procedimiento permite que se aprehenda el proceso de elaboración conceptual marxiano de los acontecimientos históricos, pero también y principalmente ciertos principios que, desde un punto de vista materialista, tornaron inteligibles los procesos políticos bajo el modo de producción capitalista.



25 de agosto de 2009

curso na ufpr - Teoria Política Marxista

[Alexander Rodchenko]

programa resumido
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HC - 168



AULA 1.
APRESENTAÇÃO (25 AGO.)

AULA 2.
OS PROBLEMAS TEÓRICOS E A POLÍTICA DE “LEITURA” DA OBRA (1 SET.)

Exposição: OBJETOS REAIS-CONCRETOS E OBJETOS FORMAIS ABSTRATOS NAS “OBRAS HISTÓRICAS” DE MARX

Leitura OBRIGATÓRIA:
1. ALTHUSSER, Louis. Sobre o trabalho teórico. Lisboa: Presença, 1978.

AULA 3.
O CONTEXTO HISTÓRICO FRANCÊS ENTRE 1848 E 1851 (8 SET.)

Exposição: HISTÓRIA POLÍTICA E ANÁLISE POLÍTICA: A PERIODIZAÇÃO DO ESPAÇO POLÍTICO

Leituras OBRIGATÓRIAS:
1. ARON, Raymond. As etapas do pensamento sociológico. 4a. ed. São Paulo: Martins Fontes, 1995, Cap.: Os sociólogos e a revolução de 1848, p. 253-281.

2. POULANTZAS, Nicos. Pouvoir politique et classes sociales. Paris: Maspero, 1968, Vol. I, Chap. II, item 2, p. 149-165 (há trad. em port.).

AULA 4. entrega do fichamento
PRINCÍPIOS TEÓRICOS DA ANÁLISE MARXISTA DO SOCIAL (15 SET.)

Exposição: TEORIA MARXISTA “DA POLÍTICA” OU TEORIA POLÍTICA MARXISTA?

Leitura OBRIGATÓRIA:
1. MARX, Karl. Para a crítica da Economia Política. São Paulo: Abril Cultural, 1982. (Coleção Os Economistas). “Prefácio” (1859), p. 23-27.

AULA 5.
A AUTONOMIA/HETERONOMIA DO “POLÍTICO” (22 SET.)

Exposição: COMO APARECE N’O 18 BRUMÁRIO A RELAÇÃO ENTRE INFRA-ESTRUTURA E SUPERESTRUTURA?

Leitura OBRIGATÓRIA:
1. CODATO, Adriano Nervo. O Dezoito Brumário, política e pós-modernismo. Lua Nova, São Paulo, v. 64, p. 85-115, 2005.

Obs.: 29 de setembro não haverá aula; curso do NUSP

AULA 6.
A RELAÇÃO ENTRE PRÁTICAS POLÍTICAS E ESTRUTURAS SOCIAIS (6 OUT.)

Exposição: O CONCEITO DE “CENA POLÍTICA”

Leitura OBRIGATÓRIA:
1. BOITO Jr., Armando. Cena política e interesse de classe na sociedade capitalista – acerca de O Dezoito Brumário de Luis Bonaparte. Critica Marxista, n. 15, p. 127 -139, 2002.


AULA 7.
ESSÊNCIA E APARÊNCIA: O TEATRO DA POLÍTICA (13 OUT.)

Exposição: A FUNÇÃO SIMBÓLICA DA POLÍTICA E A FUNÇÃO POLÍTICA DO SIMBÓLICO

Leitura OBRIGATÓRIA:
1. MARX, Karl. O 18 Brumário de Luís Bonaparte. In: Manuscritos economico-filosoficos e outros textos escolhidos. 4ª. ed. São Paulo: Nova Cultural, 1987, seção I. (Col. “Os Pensadores”).

AULA 8.
I Avaliaçao semestral (20 OUT.)

Obs.: 27 de outubro não haverá aulas: Congresso ANPOCS
Obs.: 3 de novembro não haverá aulas: Congresso CEMARX


AULA 9.
A “TEORIA” MARXIANA DO ESTADO (10 NOV.)

Exposição: HÁ N’O 18 BRUMÁRIO UMA TEORIA DO ESTADO CAPITALISTA?

Leitura OBRIGATÓRIA:
1. BOBBIO, Norberto. Existe uma doutrina marxista do Estado? In: Norberto Bobbio et al. O marxismo e o Estado. Rio de Janeiro: Graal, 1979, p. 13-31.

AULA 10.
A TEORIA MARXISTA CONTEMPORÂNEA DO ESTADO CAPITALISTA (17 NOV.)

Exposição: A DIMENSÃO INSTITUCIONAL E DIMENSÃO FUNCIONAL DO ESTADO NUMA PERSPECTIVA TEÓRICA

Leitura OBRIGATÓRIA:
1. CODATO, Adriano Nervo e PERISSINOTTO, Renato Monseff. O Estado como instituição: uma leitura das “obras históricas” de Marx. Critica Marxista, v. 13, p. 9-28, 2001.

AULA 11.
A RELAÇÃO ENTRE O ESTADO E AS CLASSES SOCIAIS (24 NOV.)

Exposição: O QUE É O BONAPARTISMO? O PROBLEMA DA AUTONOMIA RELATIVA DO ESTADO

Leitura OBRIGATÓRIA:
1. MARX, Karl. O 18 Brumário de Luís Bonaparte. In: Manuscritos economico-filosoficos e outros textos escolhidos. 4ª. ed. São Paulo: Nova Cultural, 1987, seção VII. (Col. “Os Pensadores”).

AULA 12.
FORMAS DE ESTADO E REGIME POLÍTICO (1 DEZ.)

Exposição: A CONCEPÇÃO DE DITADURA E DEMOCRACIA NO MARXISMO CLÁSSICO

Leitura OBRIGATÓRIA:
1. BOBBIO, Norberto. A teoria das formas de governo. 10ª. ed. Brasília: Brasília: Editora da Universidade de Brasília, 1998, cap. XIII: “Marx”, p. 163-172.

AULA 13.
II Avaliação (8 dez.)


CRITÉRIOS DE AVALIAÇÃO
1. Presença e participaçao efetiva em sala;
2. Um resumo comentado do livro de Marx, O 18 Brumário;
3. Duas provas escritas em sala.
4. Respostas a questões semanais por e-mail.
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o "mundo político" em Marx


[Paulo Vainer.
Série Penumbra, 1991.
Pirelli / Masp]


Uma leitura menos literal de Marx faz surgir o “mundo político” como um mundo à parte, dotado de uma lógica própria, códigos próprios e de princípios próprios.

Embora ele não seja real (realmente existente), tem efeitos reais (i.e., efetivos) sobre a existência e a consciência daqueles que vivem e operam nesse mundo.

Há uma anotação em A ideologia alemã a respeito das “formas da consciência social” de religiosos, moralistas, juristas e também dos políticos profissionais que mereceria ser lida mais uma vez. Trata-se de uma idéia, apenas sugerida, mas que procura indicar a fonte da “autonomização da ocupação profissional pela divisão do trabalho” social (a ênfase é de Marx) e seus (d)efeitos ideológicos.

"Cada um considera seu próprio ofício como o verdadeiro [ofício]. Sobre a relação entre seu ofício e a realidade, [os homens] criam ilusões tão mais necessárias quanto mais condicionadas [elas são] pela própria natureza do ofício. As relações [reais] na jurisprudência, [na] política etc. tornam-se conceitos na consciência [dos homens]; e como eles [os homens] não estão acima dessas relações, os conceitos das mesmas tornam-se idéias fixas na sua cabeça; o juiz, por exemplo, aplica o Código, e por isso, para ele, a legislação é tida como o verdadeiro motor ativo [das suas práticas e das práticas sociais]"*.
Como interpretar essa passagem?


* Karl Marx e Friedrich Engels, A ideologia alemã (I – Feuerbach). São Paulo: Hucitec, 1984, p. 133-134, trad. modific.; inserções entre colchetes minhas; grifos meus. A nota foi redigida apenas por Marx.
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polêmica: Estado, política e classes sociais

[Avenida Paulista, 1990.
Eduardo Castanho.
Pirelli / MASP]


Cicero Araujo (DCP/USP) escreveu em fins de 2008 uma resenha do livro de Armando Boito Jr. (DCP/Unicamp), Estado, política e classes sociais (São Paulo, Edunesp, 2007. 271 páginas), na Rev. bras. Ci. Soc. [online]. 2008, vol.23, n.67: "A dureza (e a ternura) do essencialismo político".

[trecho]

[...]
Armando Boito Jr. lamenta, nesse sentido, que a obra de N. Poulantzas não tenha alcançado ainda o devido reconhecimento, uma vez que ela se concentra numa dessas importantes conseqüências: o conceito de Estado. Para Poulantzas, o Estado não é um simples reflexo político da dominação de classe no plano econômico. Na verdade, ele organiza, em termos jurídico-políticos, essa dominação. Isto é, para além de pura função defensiva (via aparato repressivo), o Estado cumpre uma "função ideológica", e com isso possibilita que uma classe seja efetivamente dominante, e não apenas uma classe exploradora. "O Estado é o principal fator de coesão das formações sociais divididas em classes, graças à sua função repressiva e a outro aspecto, quase sempre ignorado, que é a sua função ideológica. De um lado, esse organismo detém o monopólio da força organizada [...] De outro lado, o Estado secreta, permenentemente, as figuras ideológicas fundamentais para a reprodução mais ou menos pacífica das relações de produção" (p. 55). Com essa tese, Armando Boito Jr. procura oferecer suas próprias contribuições.

Gostaria de destacar duas delas: sua reinterpretação de "classe social" e o conceito de "cena política". São idéias que poderiam ser consideradas inovadoras, não fossem elas descoloridas pelo modo como o autor as encaixa na tradição revolucionária do marxismo. Embora, obviamente, a noção de classe seja importante em todo livro, é só no início da segunda parte que sua reelaboração aparece com clareza. Boito Jr. generaliza a tese de que uma classe dominante não pode "dominar" sem o Estado. [...]
leia a resenha do Cicero aqui


Armando respondeu a resenha no número seguinte da RBCS
Rev. bras. Ci. Soc. [online]. 2009, vol.24, n.69
("Estado e política: réplica a Cícero Araújo"):

[trecho]

[...]
A primeira crítica aparece logo no primeiro parágrafo. Cícero Araújo sentenciou peremptoriamente: o trabalho é uma "reiteração de idéias desgastadas" (p. 165). Algumas linhas adiante, ele apresenta sua segunda crítica geral. O meu livro, trabalhando com o "velho dualismo" aparência/essência, teria a pretensão de colocar o cientista social como único e privilegiado observador em condições de desvendar o jogo de falseamentos e ocultações ao qual se resumiria, segundo Cícero Araújo, a minha concepção do processo político. Cícero Araújo não se dá o trabalho de mostrar ao leitor em que é que residiria o erro de tal procedimento. Parece pressupor que tal concepção seria tão absurda que dispensaria a crítica.

Para defender o meu trabalho, não posso evitar uma afirmação pretensiosa. Considero que o meu livro contém, sim, algumas contribuições originais. Elas provêm do fato de eu ter me apoiado na tradição althusseriana, que concebe o modo de produção de maneira ampliada, isto é, como uma totalidade social que articula economia, política e ideologia, para desenvolver essa concepção em direções novas, tratando de objetos novos ou enfrentando polêmicas antigas a partir de um enfoque novo. Ademais, a originalidade de um trabalho não se mede apenas pela presença de teses originais, mas, também, pelo aprofundamento e sistematização de teses já conhecidas - quem pratica a ciência social sabe da importância desse trabalho de aprimoramento conceitual.

A incorporação da política no meu livro aparece, em primeiro lugar, na consideração do político, isto é, da estrutura jurídico-política de determinado modo de produção. Em segundo lugar, elemento este sim muito explorado por variadas tradições marxistas, aparece, também, na valorização teórica da ação política para analisar a totalidade social e a mudança histórica. [...]

leia a réplica completa aqui.

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Marxismo e elitismo: dois modelos antagônicos de análise social?


[Auto worker. US, 1938.
William Vandivert. Life]

artigo a ser publicado na
Revista Brasileira de Ciências Sociais
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Adriano Codato
Renato Perissinotto


Resumo
O artigo contrapõe-se às proposições sobre poder, classe e dominação política de classe elaboradas por uma vertente particular do marxismo - o marxismo estruturalista -, por meio de um diálogo crítico com um de seus autores paradigmáticos: Nicos Poulantzas. O artigo defende que, ao contrário do que sugere Poulantzas, a introdução do conceito de “elite” no interior do marxismo teórico pode ser produtivo para o desenvolvimento dessa perspectiva de análise social, tornando a abordagem classista da política operacionalizável cientificamente.

Palavras-chave: marxismo; teoria das elites; teoria social; Nicos Poulantzas; análise de classe.

Abstract
The purpose of this article is to contrapose the propositions on power, class and political domination presented by a particular interpretation of Marxism - structuralist Marxism - through a critical dialogue with one of its most paradigmatic authors: Nicos Poulantzas. The article states, against Poulantzas suggestions, that the insertion of the concept of “élite” in theoretical Marxism may produce positive effects on it, specially making the classist analysis of politics scientifically manageable.

Key words: Marxism; Élite theory; Social theory; Nicos Poulantzas; Class analysis.


para ler o texto completo clique aqui. [em breve]
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16 de agosto de 2009

resenha: comunistas no paraná

[W. Gropper. The Troublemaker
Who Acts Like a Provocateur at the Caucus. 1943]



PRESTES, Anita Leocadia. Comunistas no Paraná (1945-1964). Rev. Sociol. Polit. [online]. 2009, vol.17, n.33, pp. 215-21. [trecho]

[...]
A "Introdução" a Velhos vermelhos, de autoria de A. Codato, parte dos "estudos das elites" como metodologia para analisar os depoimentos dos dirigentes do PCB-PR, o que pode ser questionado do ponto de vista teórico, uma vez que as "teorias das elites" constituem uma forma mais ou menos sofisticada de eludir a teoria marxista das classes sociais e da luta de classes. Como é apontado por Cardoso e Brignoli: "[...] la concepción en términos de elite presupone la distribución desigual de una o de una combinación de variables, destacando-se el hecho de que existen frecuentemente grupos selectos de personas - los más dotados; los más ricos; los más poderosos, etc. - que se destacan, constituyendo una elite. Comúnmente se enfatiza el hecho de que los que gobiernan o detentan el poder, son justamente los miembros de dichos grupos selectos. Desde el punto de vista teórico-metodológico, la teoría de las elites implica una perspectiva similar a la de las teorías de la estratificación basadas en la distribución desigual del poder" (CARDOSO & BRIGNOLI, 1976, p. 106-107).

Desta forma, segundo os dois autores marxistas citados, abandona-se a concepção de classe social proposta por Marx. Consequentemente, é abandonada também a concepção, segundo a qual nas sociedades humanas, em que existe exploração do homem pelo homem, processa-se a luta de classes. Aspecto importante a ser considerado por quem se propuser a analisar e interpretar os depoimentos apresentados em Velhos vermelhos.

O livro está dividido em duas partes, sendo que os dez depoimentos apresentados compõem a segunda parte. A primeira contém dois capítulos, que, de acordo com A. Codato, devem "situar o leitor no universo político e ideológico que as entrevistas recriam" (CODATO & KIELLER, 2008, p. 20). Como já fora antecipado na "Introdução" ao livro, o capítulo I, de autoria dos dois organizadores da obra, tem como título "A elite dos comunistas e sua história no Paraná", deixando clara, portanto, a opção teórica adotada.

Ademais dos problemas oriundos de uma análise baseada nas "teorias das elites", os autores do capítulo I, ao desconsiderar uma parte significativa da produção acadêmica hoje existente sobre a história do PCB e dos comunistas brasileiros, incorrem em uma série de falhas e imprecisões, decorrentes de tal desconhecimento e, muitas vezes, dos preconceitos anticomunistas derivados da História Oficial produzida pelas classes dominantes. Assim, tanto no capítulo I como em algumas notas de pé de página e também nas questões formuladas aos entrevistados, verificamos a utilização da expressão "levante comunista" para designar os levantes de novembro de 1935 (idem, p. 27, 45, 49, 55, 96, 118, 142). Na verdade, foram levantes antifascistas, nos quais, certamente, os comunistas tiveram participação ativa; entretanto, lutava-se contra o fascismo e o integralismo, contra o imperialismo e o latifúndio e não pelo estabelecimento do comunismo no Brasil, como sempre foi difundido pela direita em nosso país (cf. PRESTES, 2008).

Entre muitas outras imprecisões, algumas podem ser citadas:

1) atribuir à "Conferência da Mantiqueira", realizada pelo PCB em 1943, a eleição da Comissão Nacional de Organização Provisória (CNOP), quando, ao contrário, esta foi formada antes da Conferência e desempenhou papel importante na sua convocação, tendo desaparecido após a realização da Conferência (CODATO & KIELLER, 2008, p. 33);

2) afirmar que Luiz Carlos Prestes foi elevado pela CNOP "aos quadros da Direção Executiva" e que a CNOP "definiu [...] a 'linha justa' diante do governo de Getúlio Vargas", quando na realidade tais decisões foram aprovadas na Conferência da Mantiqueira (idem, p. 33);

3) repetir o lugar-comum muito difundido pela direita de uma suposta "aliança de Prestes com Vargas", quando o que houve foi apenas apoio do PCB e de Prestes, sem compromisso algum, à posição do governo Vargas de combate ao nazifascismo, nos anos que antecederam a derrota dos países do Eixo (idem, p. 33; cf. PRESTES, 2001);

4) imprecisão na caracterização da Coluna Prestes, ao afirmar que esta era constituída apenas pelos "setores derrotados na Revolução Paulista de 1924", desconsiderando a participação decisiva dos rebeldes que se levantaram no Rio Grande do Sul e marcharam sob o comando de Luiz Carlos Prestes ao encontro dos companheiros de São Paulo. Também é incorreta a afirmação de que a Coluna teria sido derrotada (CODATO & KIELLER, 2008, p. 33n12; cf. PRESTES, 1997);

5) atribuir ao governo Vargas, em 1945, a convocação de uma Assembléia Constituinte. Na realidade, Vargas convocou eleições para a presidência da República, Câmara dos Deputados e Conselho Federal (correspondente ao Senado Federal). Somente, em novembro de 1945, após a deposição de Vargas, as eleições para a Assembléia Constituinte foram convocadas por José Linhares (CODATO & KIELLER, 2008, p. 34, 36);

6) atribuir a adoção da concepção "etapista" da revolução brasileira pelo PCB a partir apenas dos anos 1950, quando a mesma está inscrita nos documentos do Partido desde os anos 1920 (idem, p. 43);

7) afirmar que "os documentos do Partido Comunista sempre orientaram seus quadros para que buscassem alianças com a pequena burguesia em detrimento do proletariado/campesinato", inverdade facilmente observável a partir da leitura de tais documentos (idem, p. 43);

8) a bancada comunista na Câmara Municipal do Rio de Janeiro, em 1947, tinha 18 vereadores e não 15, conforme se diz na página 45 e

9) exagero no papel atribuído aos fatores internacionais e às orientações oriundas da URSS na política do PCB, cuja autonomia relativa nas decisões adotadas é assim ignorada (idem, p. 45, 49, 55).

As imprecisões também se fazem presentes em algumas notas explicativas de pé de página, que acompanham os depoimentos dos dirigentes entrevistados. Por exemplo, a nota n. 47 (idem, p. 106) atribui à III Internacional Comunista um estilo de funcionamento que não corresponde bem à realidade, pois que se omite a participação dos partidos comunistas, filiados a essa organização internacional, na tomada de suas decisões.

O capítulo II de Velhos vermelhos, de autoria de Viviane Maria Zeni, pretende "apresentar algumas reflexões sobre o imaginário comunista no Brasil através da análise da participação das mulheres no PCB entre os anos de 1945 e 1958" (ZENI, 2008, p. 61). Afirma-se nesse capítulo que as mulheres comunistas reproduziam "o caráter dogmático da cultura política que o PCB difundia e conservava" e que o PCB "tornou[-se] o depositário de uma cultura política de caráter dogmático" (idem, p. 67). Entretanto, não fica claro o que seria tal "cultura política de caráter dogmático", deixando caminho aberto para as mais diversas interpretações por parte do leitor.

Da mesma forma, é discutível o emprego do conceito de totalitarismo para caracterizar o sistema soviético e, por extensão, as práticas dos comunistas brasileiros (idem, p. 79). F. C. Teixeira da Silva destaca na "teoria do totalitarismo" o fato de "considerar-se a massa como objeto amorfo, manipulável" e "o papel da massa, em especial, dos trabalhadores" ser "largamente negligenciado", o que em absoluto não se confirma através da pesquisa empírica, seja no Brasil seja na Europa. Conforme é apontado por esse autor, estudioso da resistência operária ao nacional-socialismo na Alemanha nazista, as novas fontes disponíveis revelam a existência de vigoroso movimento de oposição interna aos regimes fascistas. Em outras palavras, "A teoria do totalitarismo, marcada profundamente pelo clima político e ideológico da Guerra Fria, é incapaz de fornecer explicações adequadas ao enfrentamento fascismo/comunismo, desconhecendo e expulsando da história uma importante resistência operária comunista e antifascista" (SILVA, 1999, p. 16-17, 41).

O capítulo II, intitulado "Mulheres comunistas no Paraná: experiências e militância nas décadas de 40 e 50", tem, contudo, o mérito de contribuir para o estudo dos "processos de construção de identidade, tema ainda pouco explorado pela Sociologia Política brasileira", conforme é destacado por A. Codato (CODATO & KIELLER, 2008, p. 20).

A apreciação geral de Velhos vermelhos não pode deixar de ser positiva. Nesse sentido, não há como não concordar com o prefaciador da obra, quando este escreve que o livro "oferece, num texto ágil, muito bem editado, que mantém aceso o interesse da leitura, não somente importantes subsídios para a história das lutas sociais e do combate revolucionário no Paraná, mas, principalmente, um auto-retrato verídico da militância comunista na singularidade de suas circunstâncias concretas e na universalidade de seu projeto político" (idem, p. 12).
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15 de agosto de 2009

Dossiê - Argentina e Brasil: paralelos e divergências

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Revista de Sociologia e Política
Versão impressa ISSN 0104-4478

Sumário
Rev. Sociol. Polit. vol.17 no.33 Curitiba jun. 2009

Editorial
Perissinotto, Renato Monseff

Dossiê - Argentina e Brasil: paralelos e divergências
· Apresentação
Leopoldi, Maria Antonieta Parahyba

· A Argentina entre as reformas econômicas neoliberais e a redefinição das negociações com o FMI (1989-2007)
Silva, Roberta Rodrigues Marques da

· Integração e desenvolvimento no Mercosul: divergências e convergências nas políticas econômicas nos governos Lula e Kirchner
Vadell, Javier A.; Lamas, Bárbara; Ribeiro, Daniela M. de F.

· Institutional reform and global integration: World Bank intervention in Argentina during the 1990s
Felder, Ruth

· O Conselho Argentino para as Relações Internacionais (CARI) nos anos 1990 e a virada neoliberal argentina
Sauerbronn, Christiane

· A Petrobrás e as reformas do setor de petróleo e gás no Brasil e na Argentina
Ferreira, Pablo Gabriel

· A reforma do setor elétrico no Brasil, Argentina e México: contrastes e perspectivas em debate
Leme, Alessandro André

Artigos
· Algumas hipóteses comparativas entre Brasil e Argentina no século XX
Palermo, Vicente

· O Estado, o poder, o socialismo de Poulantzas como um clássico moderno
Jessop, Bob

· A lei de execuções penais e os limites da interpretação jurídica
Marques Jr, Gessé

· " Bem me queres, mal me queres": ambivalência discursiva na avaliação canônica do desempenho da ONU
Gama, Carlos Frederico; Lopes, Dawisson Belém

· Prática política, qualificações profissionais e trabalho imaterial hoje
Amorim, Henrique

· Avolatilidade eleitoral nos estados sistema partidário e democracia no Brasil
Bohn, Simone R.; Paiva, Denise

Resenhas
· Em busca de uma sociedade do espetáculo perdida: desafios da história social do teatro europeu
Benthien, Rafael Faraco

· Comunistas no Paraná (1945-1964)
Prestes, Anita Leocadia

· Nicos Poulantzas, 30 anos depois
Motta, Luiz Eduardo